martes, 29 de noviembre de 2016

Cuba, un pueblo pacífico, culto y alegre

Mientras más civilizado es un país, menos lujos ostenta, y solo en el subdesarrollo los autos son una necesidad.
Por Juan Carlos Lemus


Es posible que el bienestar de un país se haga notar en sus paseos nocturnos, cafés al aire libre; en esas reuniones de jóvenes congregados en los parques limpios, donde se sientan a beber ron, ponen música, bailan o se besan con sus parejas sin que a nadie le importe.

Esa celebración nocturna puede darse cualquier día de la semana. Incluye familias que van de paseo. El padre o la madre saca una botella y pan que consumen despacio, durante un par de horas, en tanto sus niños juegan, de madrugada, a la orilla del malecón, comiendo helados.  Son lugares sin lujos, pues mientras más civilizado es un país, menos lujos ostenta. Solo en el subdesarrollo, los autos polarizados se volvieron necesidad y las fiestas son seguras si se celebran en espacios protegidos por gente armada. 

Hay un tipo de cultura en donde las personas no andan con miedo a las maras, a la Policía o al narcotráfico. Son sociedades en las que las mujeres caminan vestidas como les da la gana, con minifaldas, sin ser agredidas; donde el acoso no es la norma sino la excepción mal vista. Toda esa sensación de bienestar la puede constatar cualquiera que dé un paseo por las calles de La Habana.

Aunque parezca increíble, hay lugares con ese bienestar; pero más increíble resulta que tales lugares sean vistos, por los de afuera, como sitios comunistas donde se comen a los niños. Se propaga la idea de que los países capitalistas, como el nuestro, donde somos libres y felices, son mejores. Son ideas inoculadas por una extrema derecha recalcitrante, acostumbrada a denigrar una cultura que ni conoce.  El 31 de agosto aterrizó en Cuba el primer vuelo comercial procedente de Estados Unidos. Fue el primero entre ambos desde 1961. Sería bueno que tales personas compraran un boleto y conocieran lo que odian. 

Hay mucha irracionalidad al ver en los cubanos una cultura pobre, oprimida y nada más, cuando, en realidad, son punta de lanza en medicina, deporte, arte, cultura, en todos los terrenos por encima de la mayoría de países de Latinoamérica.  

Quisiera compartirle una penosa experiencia, solo para ejemplificar cómo puede uno cargar con el temor en la maleta. Hace años, la primera vez que visité La Habana, caminaba por un callejón oscuro. Habían cerrado las calles debido a un concierto en la Plaza de la Revolución donde se presentaron los más famosos cantantes de trova de aquel momento. Caminé varios kilómetros de regreso a la casa donde había vivido la última semana. Por un callejón venían, en sentido contrario al mío, una mujer jalando su bicicleta y tres hombres altos, negros, robustos. Cuando pasaron a mi lado, uno de ellos me dijo algo. Apresuré el paso. Había dado tres o cuatro, cuando recapacité. Me volteé y le pregunté: “¿Qué me dijiste?”.

Yo no me había detenido porque sentí miedo, ese miedo “normalizado” a caminar por espacios oscuros; no me detuve por esa inercia de miedo a ser desbalijado.  El hombre me dijo, riendo: “Que si me das fuego. ¡Bien dije, este chico está loco o qué le pasa que no me responde!” Le di fuego, llegué a la casa. 

En todos lados hay ladrones. No idealizo. En Cuba también hay corrupción, machismo, discriminación, abuso de poder. Solo hablo de una cotidianidad donde el bienestar está a la vist, en las calles, frente a nuestra propia realidad de miedo y tiendas con barrotes dominada por núcleos incultos que se creen superiores.

Por aquellos días, la Sinfónica Nacional de Cuba fue dirigida por un director de fama mundial, no recuerdo quién, en el teatro Karl Marx. Valor de entrada: cinco centavos. Y bueno, así concluye un día más en la historia del mundo.


@juanlemus9

miércoles, 29 de junio de 2016

Acerca de una columna escrita por José Zamora, que se refiere al "rechazo" de la "izquierda" a la CICIG: reproduzco aquí mi opinión de lector, la cual envié y les comparto porque, quien sabe, de pronto no me la publican o en caso ustedes no visiten ese diario, y bueno, dice así:.

Zamora: NO leíste el Documento Base ni las Conclusiones. Para empezar, haces un pequeño pero significativo copy paste (Google): “para debatir sobre el escenario internacional después de la caída del Muro de Berlín”. NO tengo tiempo para buscarte otros "copia/pega", pues no por gusto impedís que tu documento sea copiado como para rastrearlo.

Luego, debés leer esta parte del D. Base:
"Guatemala, EUA está aprovechando el trabajo a favor del fortalecimiento de la justicia que ha impulsado la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG) creada por la ONU, originalmente a raíz de los Acuerdos de Paz, para desmantelar las estructuras de poder paralelo (..) aunque el fortalecimiento de la justicia que se está produciendo en Guatemala es real y beneficioso para el país..." Es decir, habla de un beneficio  "real y beneficioso" y sigue con el rechazo al imperialismo y otros detalles que constituyen el basamento del encuentro.

Además, NO son 23 sino 24 Conclusiones y la única que menciona a GT y la CICIG, la 15, dice: 
 “15. (...) nos manifestamos en contra la pretensión de  Estados Unidos, de arrogarse prerrogativas fiscalizadoras en el  enfrentamiento a la corrupción, irrespetando la soberanía de nuestros pueblos mediante mecanismos inconstitucionales, como resultado de lo cual llama la atención que no han sido señaladas ni afectadas las figuras políticas vinculadas con la oligarquía, de donde provienen los más  grandes actos de corrupción, lo cual es también un engendro del intervencionismo imperialista. El caso de la CICIG en Guatemala es emblemático en ese sentido…”
"Es emblemático", no sé si captás.

Donde dicee: "no han sido señaladas ni afectadas las figuras políticas vinculadas con la oligarquía, de donde provienen los más  grandes actos de corrupción" Ps, no puede referirse a GT y las investigaciones de la CICIG, pues, no sé si estás enterado, pero en GT tienen casos en proceso contra banqueros, militares, un expresidente, una exvicepresidenta, en fin, hay un ciento de figuras políticas en varios casos (Barquín, Rabbé, etc).
¿De dónde sacás todo lo demás, todo eso que tiene un poco alborotados a los incautos, a algunos medios de comunicación incluidos,  que no han leído los documentos? ¿Cómo sustentás tu titular, que dice:  "Izquierda continental rechaza a la CICIG". Puta, Caramba, de dónde sacas tanto? feliz tarde

jueves, 23 de julio de 2015

Si ven por ahí a Raúl de la Horra, díganle que esta es una pequeña nota que colgué bajo su última columna en elPeriodico, pero que por alguna dedichada razón hasta hoy desconocida no sale publicada. Luego de este corto título, paso a reproducirla:

Pues lástima, Raúl. Estos follarismos me encantaban. Agudo y con puntería, tenías la capacidad de chingar con elegancia. Es una gran burrada que los despidan. No se puede esperar menos de esta cultura descerebrada. De ahora en adelante, pues quedan los nietos, así que comenzá por encargar un hijo. Larga vida al follador!

lunes, 20 de julio de 2015

El informe de la Cicig



Asistimos a un momento crítico y decisivo de nuestra historia.

Por Juan Carlos Lemus

“El financiamiento de la política en Guatemala”, informe elaborado por la Comisión Internacional contra la Impunidad en nuestro país, ofrece los fundamentos y marcos conceptuales de nuestras percepciones cotidianas. Es un análisis que traza la forma como el financiamiento ilícito otorgado a los partidos políticos tiene como consecuencia la miseria que vemos a nuestro alrededor.
Hay quienes esperaban que la presentación del informe fuera otra bomba que descarnara nombres de personas y partidos probadamente relacionados con el narcotráfico; algo que delatara nuevas redes vinculadas a los presidenciables; esperaban más noticias, más capturas; pero toda investigación seria es un concierto de novedades que requiere un momento de análisis, una explicación en blanco y negro para comprender el entramado que se ejecuta en la práctica.
La presentación del comisionado Velásquez fue una parte del estudio de 120 páginas –y casi 70 referencias bibliográficas– al que se puede acceder por la Web. Ese documento debería ser examinado por todos los interesados en transformar el sistema, también sería beneficiosa su lectura y discusión en las salas de redacción de los diarios. Algunos confirmarán lo que ya sabían y otros ampliarán su panorama perceptivo; en cualquier caso, es un aporte valioso para el estado de la cuestión sobre el tema (State of the Art).
La corrupción se ha extendido tanto en todo el territorio, que cada municipio tiene sus microsistemas ilícitos que transan cuotas de poder con los departamentos, estos con el gobierno central que a su vez interactúa en una dinámica de reciprocidad espantosa, infectada por todo el país. El negocio es grande y complejo. Los responsables son personas repartidas en partidos políticos, ONGs, financistas anónimos, recaudadores y medios de comunicación corruptos. La responsabilidad de estos últimos es un tema evadido con frecuencia. Hay medios escritos, radiales o de televisión que reciben dinero en pautas comerciales a cambio de disfrazar la propaganda con noticias, apoyar con anuncios gratis sin reportarlos, otorgar tarifas diferenciadas y otras acciones ilegales que favorecen a personajes o partidos muchas veces relacionados con el narcotráfico. A cambio, obtendrán, además de tales pautas, incidencia en leyes que los favorezcan o hasta puestos de gobierno incluidas diputaciones. Tan grave es el problema, que “ningún partido o líder político se atreve a desafiar al monopolio por temor a ser vetado”. La incidencia del voto es equiparable a la propaganda, de ahí que los candidatos con más dinero –no los idóneos– sean los que terminan gobernando.
Asistimos a un momento crítico y decisivo de nuestra historia. No es tiempo de apelar a la buena fe o a la conciencia de empresarios y medios de comunicación que estuvieran involucrados en financiamiento ilícito, es hora de apelar a la investigación, para que quienes resultaren favorecidos por la corrupción y contribuyen a la consolidación de las redes político-económicas ilícitas, como las denomina la Cicig, sean enjuiciados al igual que los demás corruptos.
@juanlemus9

sábado, 11 de julio de 2015

Deshumanización



Responsabilidad de los gobernantes
y de las personas con poder que influyen en la brutalidad social.

Por Juan Carlos Lemus

Igual monstruosidad evidencian los pandilleros que tiran del puente a un joven que no quiso involucrarse con ellos, que una funcionaria que se ríe del montón de niños desnutridos que fueron llevados para destruir a una enemiga política. La deshumanización tiene distinta ropa, pero en este caso la misma  responsabilidad.
Pasan los días y salen a luz toda clase de actos bestiales donde aflora lo peor del ser humano traducido en diputaciones malparidas, influencias y magistraturas sobornadas.
Dos posturas sobre deshumanización se complementan al momento de reflexionar sobre el tema. El sacerdote jesuita Ignacio Martín-Baró, en su noción de deshumanización ofrece un enfoque de los traumas psicosociales de la posguerra. Parte de su experiencia en El Salvador, realidad similar a la nuestra porque vivimos un conflicto armado interno que tuvo efectos parecidos, aunque distintas reacciones.
El jesuita recopiló ensayos de varios autores bajo el título “Psicología social de la guerra: trauma y terapia”. Allí, el psicólogo Joaquín Samayoa expone su “hipótesis de la deshumanización”, según la cual la guerra incide en los patrones de conducta y los esquemas cognitivos de la población; por ejemplo, sufre el empobrecimiento o la pérdida de la capacidad de pensar lúcidamente; el empobrecimiento o pérdida de sensibilidad ante el sufrimiento y sentido solidario, y la pérdida de la esperanza.
Tan interesante enfoque, sin embargo, no satisface a Martín-Baró porque encuentra en él que el sujeto solo se adapta a las circunstancias. Para el jesuita, me parece, el ser humano no es solo víctima de su historia, no solo se adapta a la deshumanización sino que puede contribuir a propiciarla.
En nuestro ámbito, las pandillas se nutren del miedo, inseguridad y muertes violentas diarias, el cierto, pero además encuentran propicio el terreno deshumanizado así mantenido por gentes como la diputada Mirza Arreaga, del partido Lider, y los demás funcionarios responsables de provocar y cultivar relaciones sociales deshumanizantes. Aun si están mentalmente afectadas, personas como ella no tienen disculpa por ser parte de una sociedad destruida, ya que tuvieron el poder de transformarla.
Nuestro miedo a los asaltos o a morir violentamente, el racismo y discriminación provocan el deterioro de nuestra convivencia. Pero todo eso no surge de la nada, son  efectos a largo plazo de una estrategia contrainsurgente implementada durante el conflicto armado. Hoy sufrimos los golpes dados a la insubordinación de nuestros padres, tías, abuelos, aplacada por métodos infrahumanos. Si ellos lucharon hasta morir, nosotros no podemos dejar el trabajo a medias. 
Es falso que la pobreza provoque violencia. No es cierto que los barrios más pobres son, por el hecho de serlo, nidos de delincuencia. Lo que provoca la violencia es la deshumanización incrustada especialmente en gobernantes y personas con dinero y poder, que pudiendo cambiar el rumbo de las cosas prefieren reafirmar sus intereses mezquinos y salvajes.  
@juanlemus9

miércoles, 1 de abril de 2015

Cada cuanto comento con “P”


(Dedicado a quienes cargan procesiones en Semana Santa y el resto del tiempo conviven con Doña Lujuria y Don Pecunia)

Primero, pecó, posteriormente pidió perdón, pero pronto pensó: “Puedo prestar pisto para pasármela parrandeando por playas públicas. Podría pedir películas pornográficas para procurarme placeres prohibidos”.

Pensó puras porquerías. Pidió perdón, perfecto, pero principalmente pidió perdón para poder pecar, pues proseguirá pajeándose.
Peores pecados pagará por pelársela promiscuamente; por paladear placeres prodigiosos. (¿Prodigiosos????… Parecerán princesas perfumadas, pero… poseen partes poco preciosas).
¿Por qué parecer piadoso? ¿Por qué palidecer portando pesadas procesiones? ¿Por qué purgar para prácticamente perpetuarse  pecando por puercos portales?
Probablemente, profirió palabras procaces, protestas públicas… (Por cierto, ¿pidió perdón por pincharse? ¿Por pegar papilomas?)

Prefiero proseguir prudentemente, pues podríamos pelearnos. Prometo protestar pacíficamente porque publicar páginas pesimistas podría provocarme problemas.
Permítame plantearle por qué principié prorrumpiendo pareceres personales proferidos para personas piadosas, pero patéticas. Porque, por peligrosos, por patanes parecen políticos pajeros: primero prometen, pero pronto procuran proveerse privilegios personales. Piden, promulgan, prometen paz, prosperidad, pero postergan prioridades para pueblos pobres. Pongo por parangón: Presidentes protegidos por Panamá poseen poder, propiedades, polideportivos; poseen pisto, pues.
Por principios patrióticos podrían ponerlos presos, pero prefieren protegerlos.
Panamá protege políticos perversos (panameños: protesto por presidentes pendejos, por políticos parásitos, pero, panameñas preciosas, podría pretenderlas preparándoles poemas profundos). (Perdón por publicar paréntesis pasionales).

Pensemos por qué padecemos privaciones: Primero, preparémonos para pisar pleitos pasados:
Presidente Pollo Portillo parecía Papa, pedía participación popular pero parecía  pajarraco parlanchín, patán; propició premios para patrulleros. Pisado.

Políticos: Pronto perderán poder. Pedimos porque pasen penas paseándose por presidios; porque palidezcan pudriéndose perpetuamente por Pavón. Podemos presagiarles peores padecimientos.
¡Propongo perseguirlos por países proteccionistas, ponerlos presos pues poseen planes para prolongarse poderosamente!

Prosigamos.
Propongo –para próximas procesiones- poner policías protegiendo postes públicos, pues pasan personas puercas pringando pipí, pringando popó… Pedorros procesionales… Perdonen, prefiero pedir policías, pues pisar pudriciones provoca pesadillas.




Feliz Semana Santa, otro día les comento con la “Ñ” de ñandú.